Declarada Patrimonio de la Humanidad, fue construida a mediados del siglo XVI. Es por esto que cuenta con un aspecto colonial portugués muy marcado, en cada uno de los edificios que pueblan el centro de la ciudad, un lugar por el que no pueden circular vehículos.
La mayoría de su territorio, pertenece a reservas ecológicas de preservación de mata atlántica, el mayor conjunto de preservación de mata del país. De relieves profundos, con valles, grutas y una rica fauna y flora. Su bahía está repleta de islas, rodeadas por aguas calmas y cristalinas. Destino ideal para el turismo activo